A pesar de que cuando perdemos un diente, tenemos la opción de colocar un implante o un puente, dependiendo de los casos, lo mejor es mantener el diente natural, siempre que sea posible.
¿ Qué es la endodoncia y en qué consiste?
Es un tratamiento conservador mediante el cual podemos mantener el diente en la arcada permitiendo que siga haciendo su función de masticación aunque no tenga vitalidad. Accedemos a los conductos por donde pasa el nervio, eliminamos el tejido pulpar, los limpiamos y conformamos para finalmente obturarlos con un material especial que se llama gutapercha.
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Son varias cosas las que valoramos, a parte de la dificulad, cuando nos planteamos curar un diente mediante el tratamiento de conductos:
¿Se puede salvar? En algunas ocasiones, el estado del diente o de su soporte es tal, que la indicación es la extracción y no podemos mantenerlo.
¿Se puede aislar? Si no podemos evitar que saliva, sangre y bacterias entren en los conductos que vamos a limpiar, no podremos hacer una correcta endodoncia porque se contamina. Así que es imprescindible colocar lo que se conoce como dique de goma, que es ese cuadrado de látex verde o azul que usamos en muchos de nuestros tratamientos y que se utiliza para aislar el diente de los posibles contaminantes.
¿Se puede reconstruir? Si podemos hacer una endodoncia, pero no tenemos suficiente estructura de diente para poder restaurarlo correctamente, no está indicado el tratamiento de conductos. Es realmente importante la reconstrucción del diente, porque de ello dependerá, en gran parte, el éxito/fracaso de la endodoncia. De hecho, está demostrado que un alto porcentaje de los dientes tratados endodónticamente que fracasa,lo hacen por una mala reconstrucción y no porque el tratamiento de conductos esté mal.
Finalmente la duda que surge a muchos pacientes es ¿ La endodoncia funciona para siempre? En medicina no existe la “garantía de por vida”, pero si el tratamiento está bien hecho y la reconstrucción es la adecuada, el éxito es de un 95%, aunque este porcentaje disminuye en dientes infectados o en los que haya fracasado un endodoncia previa.
Así pues, en la era de los implantes, defendemos que el diente es lo más importante y que no hay nada que se comporte igual que él, por tanto la endodoncia es el tratamiento de elección en aquellos casos que, como hemos dicho anteriormente, pueda llevarse a cabo. Hay que tener en cuenta que no existe ninguna alternativa a la endodoncia salvo la extracción.
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